Buenas Prácticas de Distribución: la piedra angular de la logística farmacéutica

Tal como apuntábamos en un artículo del mes de mayo, durante la primera ola de la pandemia, los operadores logísticos dedicados a la industria farmacéutica jugamos un papel clave como conectores entre laboratorios, farmacias y hospitales, y como garantes del suministro de productos de primera necesidad a toda la ciudadanía.

Con vistas a un futuro, esperemos que próximo, nuestro papel resultará todavía más esencial. 

Según este artículo de la Asociación de los profesionales de la Logística (RALOG), la distribución global de la vacuna de la Covid-19 va a suponer un desafío logístico que requerirá máxima coordinación en la cadena de suministro, agilidad, especialización y un estricto cumplimiento de las normativas de distribución, manipulación y transporte de material biológico.

Para hacer frente a este escenario sin precedentes, los operadores logísticos deberemos: 

• Realizar acondicionamientos en nuestras instalaciones a temperatura controlada en base a posibles nuevos parámetros de bioseguridad (específicos para la vacuna). 
• Trabajar en procesos ágiles y aplicar toda la sistematización y la tecnología a nuestro alcance, para ganar celeridad y minimizar el riesgo de errores. 
• Contar con personal especializado, capaz de liderar este reto logístico mundial. Profesionales con capacidad para coordinar y conectar equipos, partners y clientes.
• Aplicar con rigurosidad y transparencia el conjunto de normativas europeas conocido como Buenas Prácticas de Distribución y Fabricación de medicamentos.

 
¿Qué son las Buenas Prácticas de Distribución y porqué son importantes?

Se conoce como Buenas Prácticas de Distribución, GDP (Good Distribution Practices) al conjunto de normativas establecido por la Unión Europea, y regulado en España por el Real Decreto 782/201, que vela por la seguridad y la estabilidad de los medicamentos y productos biológicos a lo largo de toda la cadena de suministro .

Estas normativas regulan aspectos relacionados con las condiciones de almacenaje, de transporte, de manipulación y de distribución, y son requisito de obligado cumplimiento por parte de todos los operadores logísticos que prestan servicio a la industria farmacéutica.

Los principales objetivos de su aplicación son:

• Evitar la producción y distribución de productos falsificados.
• Preservar la mercancía inalterable y en perfecto estado hasta su destino.

Estas son algunas de las directrices recogidas en esta normativa:

• Implementar un Sistema de Garantía de Calidad y auditar su cumplimiento.
• Cumplir los estándares de limpieza y desinfección en las instalaciones.
• Controlar de forma constante la temperatura y la humedad en los almacenes.
• Monitorizar las condiciones de conservación del producto en todo momento.
• Contar con perfiles altamente especializados en logística farmacéutica.
• Emplear a personal cualificado en la manipulación de los medicamentos.
• Mantener a cabo un control exhaustivo del inventario a tiempo real.
• Llevar un registro documental de la información relativa a cada producto.
• Garantizar la trazabilidad cumpliendo con el etiquetado y embalado normativo.
• Adaptar los vehículos y contenedores al transporte especial de fármacos.

Hay que decir que siempre será más sencillo adaptarse a las normativas si ya se cuenta con un sistema de gestión de calidad bien implementado, como en el caso de CNL Logística, con el cumplimiento de la norma ISO9001:2015.

Y es que sí, las normativas para los operadores dedicados a la logística farmacéutica son y serán cada vez más exigentes. Pero visto el panorama actual, y el que se avecina, está claro que no solo hay que cumplir con las buenas prácticas, también hay que creer en ellas y promoverlas desde todos los roles de la organización, como salvaguarda de la estabilidad y la seguridad del producto, y de nuestro futuro.